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Érase una vez un cuento. 
¡Decidimos hacerlo realidad! 

ESCÚCHALO
O LÉELO...

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"Paz Por Camisetas”

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Cómo sucedió, nadie lo sabe... ¿Fue debido a alguna tecnología secreta, gubernamental, sub-sónica, de implantación del pensamiento? ¿Se debió a una intervención extraterrestre? ¿O intervención divina? ¿O fue simplemente el resultado de la evolución natural de la psique humana colectiva? Nadie lo sabe...

 

Sin embargo, érase una vez, en un futuro cercano...

 

Algo sobrevoló las ciudades, pueblos y aldeas de Israel, Gaza, Palestina, Siria, Líbano, Egipto y Jordania. Y dondequiera que iba, de alguna manera percibía la presencia de cada Madre de Dignidad mientras dormía. Y dondequiera que iba emitía algún tipo de vibración, o radiación, o mantra, o hechizo sobre la frente de cada Madre de Dignidad.

 

 

II

 

El Oriente Medio seguía dividido. Aún había conflicto entre Musulmanes y Judíos. Pero a la mañana siguiente, cuando aquellas Madres de Dignidad se levantaron, y se cepillaron sus dientes Judíos y Musulmanes, y comieron sus desayunos Judíos y Musulmanes, a todas les cautivó una idea: imprimir estas palabras en sus camisetas: (si eran del lado Judío) "Soy Judía. Soy Madre. Amo a mis hij@s tal como una Madre Musulmana ama a l@s suy@s"; o (si eran del lado Musulmán), "Soy Musulmana. Soy Madre. Amo a mis hij@s tal como una Madre Judía ama a l@s suy@s".

 

Tan irresistible era el Impulso de Imprimir, tan poseídas por un sentido de Misión Divina se habían vuelto estas Madres de Dignidad, que los escritorios de las oficinas permanecieron vacíos esa mañana, las tareas domésticas sin hacer, los aviones sin piloto, las clases de Pilates sin impartir...

 

Hacía falta valor, sin duda, para llevar esas palabras en público. Y, de hecho, algunas Madres de Dignidad, tanto Judías como Musulmanas, fueron perseguidas y acosadas. Pero tan Superadas por lo Obvio estaban estas Madres de Dignidad, tan humildes y gentiles en su protesta, tan relajadas y sin-pretensiones, que pronto cientos, y luego miles, de Otras Madres, tanto Musulmanas como Judías, habían contraído el Impulso de Imprimir.

 

Colas de cientos-de-mujeres no eran infrecuentes frente a las imprentas en todo el Medio Oriente. Los sitios web que prometían la entrega-al-día-siguiente de todas las Camisetas, tanto lisas como personalizadas, comenzaron a sobrecargarse y colapsar. Lo que más tarde fue conocido como La Revolución de las Camisetas había nacido repentinamente, cuando menos se esperaba, casi de forma prematura, de la Simplicidad del Amor Maternal.

 

 

III
 

Cuarenta y ocho horas más tarde, cientos de miles de padres en las calles de Tel Aviv, El Cairo, Damasco, Ammán y Beirut lucían una Camiseta que infringía, de manera similar, todas las reglas de sus clubs. Si eran del lado Judío, sus camisetas decían: "Soy Judío. Soy Padre. Amo a mis hij@s tal como un Padre Musulmán ama a l@s suy@s", o (si eran del lado Musulmán) "Soy Musulmán. Soy Padre. Amo a mis hij@s como un Padre Judío ama a l@s suy@s".

 

Luego vino "Soy un Hermano", "Soy una Hermana", "Soy un Hermani de Género Fluido", "Soy Abuelo, Abuela", y así sucesivamente. Y, por supuesto, había bromistas en ambos lados, y salió: "Soy Judío, me encantan los donuts tanto como a los Musulmanes les encantan los donuts, especialmente los que tienen mermelada"; "Soy Musulmán, me encanta que me rasquen la espalda tanto como a los Judíos les encanta que les rasquen la espalda, especialmente si el rascador tiene uñas largas", y más...

 

 

IV
 

Según muchos de los observadores políticos más astutos de la época, El Punto de Inflexión se produjo cuando Oficiales Militares de Alto Rango, tanto Musulmanes como Judíos, "Se Colocaron la Camiseta”. (Esa fue la frase que se le ocurrió a la gente para describir aquel momento en que un individuo Dejó Ir su Lealtad al Equipo - y asumió su Propio Compromiso Único con la Familia Humana).

 

Mientras la Revolución de las Camisetas se arremolinaba por las Mentes del Oriente Medio como una tormenta de arena, Clubs de Camisetas Colocadas aparecieron por todas partes - como dunas nuevas. Las Madres Judías y Musulmanas Por La Paz organizaron todo tipo de Eventos Maternales - como Concursos de Lactancia Materna, que se juzgaban según el volumen de los gorgoteos satisfechos de sus bebés. Dos Equipos de Fútbol de primer nivel, uno Judío y otro Musulmán, todos habiéndose Colocado la Camiseta, conmocionaron a todo Oriente Medio - Jugando por Diversión. Y hubo Nightclubs de Camisetas en las que tod@s dejaron su Identidad en la Puerta, y se degradaron junt@s de manera tan generosa, y tan imparcial, que apenas podían recordar haber no-haber-sido-parte-de la Familia Humana Única.

 

Y así fue que, érase una vez, en un futuro cercano, poco a poco, momento de valentía a momento de valentía, Camiseta a Camiseta, momento de conexión de corazón-a-corazón por momento de conexión de corazón-a-corazón, Camiseta Club por Camiseta Club, que el Medio Oriente fue Superado por Lo Obvio - y regresó de la Angustia del Olvido y la División, al alivio, la paz y la felicidad de Pertenecer Tod@s, de nuevo, a la Familia Humana Única.

 

 

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